domingo, 12 de noviembre de 2017

La Salvajada de Márquez

El subcampeón devolvía el aplauso a su gente en Ducati, que le reconocía el esfuerzo y el trabajo de la temporada. Dovi sentado. Dovi sudoroso. Dovi derrotado. En el box antes de tiempo. A la carrera aún le faltaban cinco vueltas. Márquez rodaba Campeón del Mundo por sexta vez (cuarta en cinco años en MotoGP).

A la postre la caída de Dovi fue intrascendente porque una vuelta antes Marc había dejado su firma en el Circuito Ricardo Tormo. Acababa de adelantar a Zarco para ponerse primero y el francés le estaba aguantando la frenada al final de recta, a 320kmh. Marc se fue largo y al inclinar la moto perdió el tren delantero; como otras veces, cuando el estribo ya está rajando el asfalto y el mono ya deja piel sobre el alquitrán, dió un golpe de gas. Esa Honda se levantó directa a la escapatoria. Vino entonces la segunda maniobra: la grava. La grava que te frena, que hace que la moto se clave; la grava que dice hasta aquí. Por allí encima pasó Marc. Con la moto enderezada y buscando el surco por el que ganar la pista otra vez. Lo consiguió. Salvó la caída cuando rodaba primero y volvió quinto. Le valía igual para su Campeonato, pero aún así, finalizó tercero, en el podio.

Esa maniobra doble nos da la clave de cómo opera el cerebro de Marc porque una vuelta después, con Dovizioso apretando por si podía acercarse a la victoria, la competición le puso delante idéntico reto: Tratar de quedarse encima de la moto tras irse largo en una frenada. Esta vez en la curva 8, a la que se llega a 130kmh. Dovi se fue largo pero no intentó inclinar la moto para no arriesgar una caída. Buscó directo la escapatoria y luego salir de la grava. Pero a Dovi se lo tragaron las piedras.

Dovizioso interpretó que irse largo era un error y activó los resortes del fracaso: minimizar riesgos.

Márquez también supo que se había equivocado aguantando la frenada a Zarco pero activó el manual de supervivencia. En sus palabras "dije: me quedo con la moto y a ver hasta dónde llegamos". Primero hizo la salvajada de levantar la Honda. En 2013 explicó cómo lo hace en sala de prensa y Crutchlow tomó el micro para decir: "si lo vuelve a explicar seguiré sin entenderlo". Luego la sacó de la grava. Supongo que ahí sirven todas las horas de motocross y flat track, pero la gasolina que te lleva a hacerlo es el ansia de victoria. Unas ganas salvajes de vencer y una voluntad desmedida por conseguirlo.

En éso es Campeón del Mundo Marc Márquez. En la parrilla de MotoGP aún se busca quién pueda acercarse. En 2018 habrá una nueva oportunidad.

Dios bendiga esta competición.






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