domingo, 31 de mayo de 2015

Las dos líneas de Mugello


En la parrilla de salida de Mugello hay dos líneas. La front row, con Iannone, Jorge y Dovi, y la línea de la derecha, la que desemboca en la parte interior de la primera curva.

Veamos: en la primera línea, a Iannone, que sacó la pole con la referencia de Lorenzo, no es que le duela el hombro izquierdo (fisura en la cabeza del húmero), es que según él “pierdo la fuerza a las cinco o seis vueltas. Veremos si me pueden ayudar con algo en la Clínica Mobile.” Jorge Lorenzo tiene el sol brillando para él. Es capaz de hacer un entreno machacando ritmo de carrera y cerrarlo con un vueltón (fp3 1’46.617) – “no, no lo busqué, pero a veces si haces todo bien salen esos tiempos.” Dovizioso corre mañana para ganar. Corre en Italia con el run run de que Iannone es mejor piloto que él. Con la cantinela de que sólo ha ganado una carrera en MotoGP (ha disputado 129). Bla bla bla. Hay pilotos que son importantes independientemente del número de vitorias.

Ahora la línea que lleva a San Donato: El margen derecho de la recta de Mugello se abre mucho nada más pasar la línea de meta porque aparece el carril de incorporación del pit lane y hay ahí unos metros de pintura que se pueden pisar sin problema. En esa línea están: Dovizioso, Crutchlow, Pedrosa, Pol Espargaró y ¡Marc Márquez!, que sale decimotercero.

Ese fue el drama del Sábado en Mugello. Márquez en el infierno de los pequeños errores que desembocan en grandes errores que arruinan el día. “En el FP3 me centré tanto en la electrónica que se me olvidó cambiar el neumático y no entré en la Q2. En la Q1 decidimos usar un solo juego de neumáticos para reservar dos para la Q2, y no me salió el tiempo, con lo que me quedé fuera. Ha sido mi peor sábado desde que estoy en MotoGP. Me cabreé al quedarme fuera de la Q2 (manotazo a la silla, gorra al suelo) porque esa suma de pequeños errores ha tapado el buen trabajo que hemos hecho el fin de semana. Todo ha salido mal, pero yo me veo bien. No sé si habrá remontada porque tengo el ritmo muy justito para seguir a las Ducati y salgo muy lejos de ellas.”

Veremos. Veremos qué ocurre mañana en esa línea del margen derecho.

Sólo hay que anotar una cosa más. El líder del Mundial sale octavo. Rossi, con un casco espejo para que se refleje en él la afición de Mugello y le cargue de energía, en la posición desde la que ha conseguido sus tres últimas victorias. Viene bien para la cábala.

Entonces... ¿qué tenemos? Tenemos una de las salidas más bestias y comprometidas del Mundial. Mugello nunca defrauda. Mugello es velocidad, dificultad máxima en cada metro, y pasión. Ahora mismo, en la media noche, habrá gente metiéndose en las tiendas de campaña de las colinas que caen sobre la pista. Dormirán agarrados a algo, porque si no, resbalarán hasta darse con la tienda de campaña del vecino de abajo. Y ésos, mañana, quieren ver guerra.




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