viernes, 28 de junio de 2013

"Volvemos a Assen"


El Mundial de MotoGP 2013 está siendo excesivo en todo. Excesivo desde la llegada del #93, que arrebata titulares de prensa desde el primer día a todo el alto estatus de la categoría reina: records de velocidad punta, records de precocidad con victoria incluída (Austin), caídas duras y recuperaciones milagrosas (Mugello)... pero hoy, en Assen, el circuito que te recibe con el lema: Bienvenido a la Catedral de la Velocidad, hemos vivido una mañana histórica en la que un rumor como un hilo de seda ha ido tomando cuerpo, ha ido creciendo, cogiendo vuelo... hasta llegar a las seis y veinte de la tarde, cuando tras la ventanilla del copiloto de un coche saludaba Jorge Lorenzo, el #99.

Caída a 224km/h porque “me veía muy fuerte, pasé por esa curva con demasiada confianza”. Rotura de clavícula izquierda con desplazamiento. No hay quirófano disponible en Assen. Vuelo en jet privado a Barcelona. Operación de 2AM a 4AM, ocho tornillos y una placa de titanio en un hueso que ha se había quebrado en otras cuatro ocasiones. Duerme. Despierta y lanza un comunicado a través de su equipo: “Volvemos a Assen”. Es decir, sin cumplirse siquiera 12h de post-operatorio se embarca en un vuelo. Groningen. Assen. Llega aturdido y va directo a su motorhome. Saluda con una sonrisa a quien se le cruza por delante. Varios miembros de su equipo se abrazan en la puerta del camión. Ha llegado y quiere correr. 

Le espera un reconocimiento médico mañana a las 8 de la mañana, que consistirá en comprobar la movilidad del brazo, el dolor en la zona y la fuerza. Le mandarán hacer unas flexiones. Cuentan que en el momento de las flexiones el piloto las hace con el brazo bueno, sólo apoyando el malo... y si el médico se lo cree, va p’alante. Luego deberá enfundarse un mono (a primera hora del mediodía se encargó uno especial que llega desde Italia. Unas versiones dicen que se trata de un dos piezas –la chaquetilla se pone con más facilidad – y otras que se trata de uno muy usado que deja más hueco para que entre el hombro dañado). Y entonces se verá frente a la M1, una bestia de 160kg, 1000cc y 240cv. Y el circuito de Assen, claro. Y salir desde la duodécima posición en la parrilla. Y la lluvia si llueve y el viento si lo hace y el dolor y la infiltración (posible peligro de infección) y ya lo que venga si tiene que venir. Es acojonante. Quiere correr. Ese es el deseo. Y el deseo puede con todo, el deseo es un hilo de seda que coge vuelo y se transforma en dragón si quiere. Jorge quiere correr. Quiere subirse en la M1. Quiere. Quiere. En el peor de los casos quiere decir: yo he venido hasta aquí con todo lo que llevo encima y no me dejan subirme en la moto. Yo soy el Campeón del Mundo que defiende su título.

Ahora tenemos side stories. Hubo un rumor por la tarde en el paddock. Cada equipo tiene cinco motores para todo el Mundial. A Yamaha parece que no le salen las cuentas y cree que deberá abrir un sexto motor para llegar al final del Campeonato. Eso conlleva una sanción. Si abres un motor más, el piloto sale desde la última posición. El rumor es que Jorge habría vuelto a Assen para abrir ese sexto motor, salir último, bajarse de la moto en la primera curva y ya tiene sanción cumplida y motor nuevo. Cuando se lo pregunté a Ramón Forcada, jefe de mecánicos, soltó una carcajada. Cuando se lo pregunté a Wilco Zelemberg, team manager de Jorge, dijo: "no cambiamos 12 puestos por un motor".

Más: el resto de pilotos. Crutchlow, pole por primera vez en su carrera: Esta pole no tiene todo el mérito porque no estaba Jorge en pista. Si mañana se sube a la moto será mi héroe. Yo también lo haría si tuviese un equipo con la estructura para que me llevase a casa a operarme y me llevase de vuelta al circuito. Márquez, segundo clasificado –después de una caída con fractura de meñique mano derecha y pulgar pie izquierdo y golpazo en hombro y espalda: A mí me resultaría imposible subirme en la Honda al día siguiente de una operación de clavícula. En una Yamaha no sé, no la conozco. Bradl, tercero en la parrilla: no sé, yo opino como ellos.

La cita es mañana Sábado. Cuentan que el párroco de un pueblo cercano a Assen dijo: por delante de mi Iglesia no pasa una carrera de motos en Domingo o haré que baje la ira de Dios. Y entonces se corrió en Sábado. Mañana es Sábado. Mañana Jorge quiere correr. Por el párroco no hay problema.




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