jueves, 5 de julio de 2012

Papá está borracho

La última imagen en Kiev fue la de los papelitos plateados en el centro del campo y una niña, de no más de cinco años, tirándolos al aire, con el deseo de prolongar esa lluvia mágica. Estaba todo lleno de niños, los hijos de los campeones. Con el paso de los días pienso que ganaron para ellos, para sus familias, para su círculo. Piqué llamando a su madre, Torres con Nora, los de Alonso correteando... Tal vez el título de 2008 fue la Eurocopa, 2010 el Mundial y 2012 ha sido "tu padre es futbolista, ven aquí!". Una cosa íntima, de la profesión y la sangre y el orgullo del éxito. Es algo más que jugar muy bien fútbol y ganar. Algo más que conseguir dar el paso que nadie antes dio: el tercer título, la dinastía, la página entera. Es llamar al niño, cogerle en brazos en el centro del campo y respirar juntos.


En la borrachera de Madrid, al día siguiente, también había algo de eso. El padre que dice: ahora me voy a tomar un copazo, o dos. Pero es que están los niños. Pues que estén. Así va la vida, la vida no es un ejemplo continuo de corrección. La vida también es que Draper llega borracho a la oficina y ese día los niños están de visita sorpresa. Es lo que hay. Por ambas partes.

En las noticias del 4 de Julio queda anotado un partido portentoso entre Ferrer y Murray. No se sabe quién llevó al límite a quién pero pasó Murray. En medio de esa disputa supimos que María de Villota perdió un ojo en la larguísima operación de la noche anterior tras el accidente en el F1. Así va la vida. Besos y cuchilladas. Otro día escribiré de Iker Casillas. Ya veremos.

3 comentarios:

gracias por leer. comenta lo que quieras. intenta no insultar, es desagradable.